martes, 17 de julio de 2012

STARBUCKS


LA VERDADERA DISCULPA QUE TENDRIA QUE EXPRESAR STARBUCKS.
Los derechos de los consumidores en una Argentina que crece y construye equidad.
“Porque también tenemos que aprender que aquella Argentina en la cual solamente estaba el trabajador, el empresario y el Estado, hoy tiene una nueva categoría de ciudadanos que también son al mismo tiempo trabajadores, son al mismo tiempo productores, son al mismo tiempo empresarios y son usuarios y consumidores.
Fragmento del discurso pronunciado por la Dra. Cristina Fernández de Kirchner en la apertura del 130 período de sesiones del Honorable Congreso de la Nación.


Las disculpas de Starbucks a los consumidores argentinos -mediante las redes sociales- por estar sirviendo café en vasos de industria nacional (no en vasos importados) recrean algunas reflexiones alrededor de la temática del encuentro celebrado en conmemoración del “Día Internacional del Consumidor” el último 15 de Marzo, y que fuera organizado organizada por la Senadora Beatriz Rojkes de Alperovich, Presidenta Provisional del Senado y la Lic. Pimpi Colombo, Subsecretaria de Defensa del Consumidor.
Los consumidores votamos todos los días.
Detrás de cada compra hay un voto. Votamos favorablemente por el conjunto de empresas que te hacen llegar a tus manos el producto que uno compra. En este sistema, al que algunos califican de premios y castigos, premiamos a algunos con nuestras compras y castigamos a otras con nuestra abstención de compra.
De esta forma, podemos premiar a una empresa nacional o extranjera; a una pyme o una multinacional; a quienes respetan las leyes laborales o a quienes sostienen el trabajo en negro o el trabajo esclavo.
Pero, ¿Qué incidencia pueden tener nuestras compras o nuestra abstención? Esta es una pregunta que nos hacemos los consumidores y merece que ensayemos una respuesta.
El poder que no ejercemos
Debemos reflexionar que todos nosotros -los consumidores y usuarios- tenemos un poder muy importante, pero no lo utilizamos eficientemente. Fundamentalmente, porque este poder está fraccionado, fragmentado, atomizado, y el ejercicio de acciones conjuntas por el colectivo de consumidores y usuarios es de muy difícil coordinación. Por supuesto, estamos hablando del poder de compra. Este poder cobra mayor importancia en la medida en que la misma conducta se repite por miles. Los empresarios conocen bien nuestro poder de compra y quieren que lo ejerzamos a favor de los productos que ellos nos ofrecen. Volviendo a idea inicial, siempre quieren que los votemos.
Nosotros sostenemos categóricamente que –si lográramos los consumidores actuar coordinadamente- la elección de algunos productos o de algunos servicios frente a otros, tendrían significativa importancia; y la importancia es mayor cuando mayor sea la coordinación y repetición de la misma acción.
Consumo Social y Económicamente Sustentable.
Pensando en la incidencia que puede tener nuestro consumo en el sistema, es que hablamos de consumo sustentable. Cuando hablamos de consumo sustentable; lo primero en que se piensa, es en consumo ambientalmente sustentable. Pero el concepto de sustentabilidad es mucho más amplio.
Hablamos de consumo social y económicamente sustentable cuando con nuestros consumos apoyamos un sistema socio-económico que permitan a las futuras generaciones seguir consumiendo en similares o mayores niveles. Y no estamos hablando únicamente de consumos que puedan entenderse como superfluos o prescindibles. Estamos hablando del agua, de la energía, de alimentos, de todos aquellos que son básicos para nuestra vida.
Entonces corresponde a todos los consumidores apoyar con nuestras compras, votar como decíamos al comienzo, ejercer nuestro poder de compra a favor de aquellos productos o servicios que sustentan económicamente acciones tendientes a desarrollar una sociedad más justa y equitativa.
En este sentido, merece el apoyo de los consumidores con nuestras compras de bienes y servicios, las tres líneas básicas del modelo: Incrementar el consumo interno, incrementar el trabajo e incrementar la producción nacional.
Sería interesante que los consumidores pudiéramos distinguir aquellos  productos y servicios que tienen un alto contenido de mano de obra en su estructura de costos, de forma de privilegiarlos. Por supuesto, que podamos distinguir también aquellos compuestos por trabajo registrado, rechazando aquellos que tienen componentes de trabajo total o parcialmente no registrado o trabajo esclavo.
Siguiendo con esta línea de pensamiento, deberíamos privilegiar en nuestras adquisiciones los bienes y servicios que cuidan y fortalecen nuestro mercado interno, y que tiendan a la existencia de mercados los más desconcentrados posibles.
En cuanto al trabajo nacional,  los consumidores deberíamos elegir  aquellos productos de origen nacional frente a los de origen extranjero (hablamos siempre de productos de similares características, calidades y precios). Me pregunto ¿Cuál es la razón por la que deberíamos comprar duraznos al natural griegos, frente a la existencia de productos nacionales de igual calidad y precio? Claramente la compra de un producto nacional sostiene el ingreso económico de determinados sectores sociales.  Y volviendo al tema del inicio,  la continuidad de la prestación de servicios como el de Starbucks, con insumos importados que fácilmente pueden ser conseguidos en nuestro país, es una agresión a nuestra economía y al bolsillo de muchos trabajadores argentinos.
Los usuarios y consumidores podremos encontrar que con nuestro poder de compra podremos creará instancias de apoyo a políticas públicas favorables a una sociedad que crece construyendo equidad. En ese sentido, deberíamos exigir con nuestras acciones la utilización de productos nacionales; y Starbucks, más que una disculpa a los consumidores le debe una disculpa a todo el pueblo argentino, seguida de la corrección de las conductas como la mencionada, que sólo genera la salida de divisas del país y la merma de las  fuentes de trabajo de los argentinos.
Dr. Claudio Daniel Boada.
Unión de Usuarios y Consumidores.

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