Nota de opinión de mi autoría publicada en Página 12 el día viernes 1º de febrero de 2013.
PAGINA 12 –
VIERNES 1º DE FEBRERO DE 2013
OPINION
A nuestro juego
nos llamaron
Por Claudio
Daniel Boada *
El viernes pasado, la Presidenta manifestó que “hay que comenzar a
manejar nuestro poder de usuarios y consumidores” haciéndonos un llamado a
ejercer nuestro poder de compra. En especial, contra los que aumentan
abusivamente los precios. Mientras nosotros debemos tomar conciencia y
ejercerlo, los empresarios lo conocen muy bien. Con su publicidad buscan
cautivarnos para que lo utilicemos a su favor comprando sus productos y
servicios.
Por su propia naturaleza, este poder se encuentra atomizado, fraccionado
y con cada compra lo ejercemos, aunque en una porción infinitamente pequeña.
Sólo el planteo de acciones que unifiquen miles y miles de esos pequeños
ejercicios tendrá repercusión en el mercado. Esto, que parece imposible, no lo
es.
CFK dio dos ejemplos. Mencionó el boicot a una petrolera que en el 2005
planteó Néstor Kirchner y lo que pasó en la costa en esta temporada, donde
tuvieron que bajar los precios por la merma de veraneantes.
Les contaré otros casos. Uno impulsado por una ONG de DD.HH. En los años
’80 y ’90, una marca de zapatillas deportivas tuvo que cambiar su
comportamiento frente a sus trabajadores del Sudeste asiático, ya que fue
acusada de utilizar allí trabajo esclavo. Estas ONG motorizaron un boicot que
dio la vuelta al mundo.
En otras oportunidades, han logrado cambios en las publicidades, con
amenazas de boicot. En 2009, en nuestro país, una firma que comercializa
desodorantes para hombres organizó en su web un juego que otorgaba puntajes
cuando más “garrotazos” les propinaba el jugador a mujeres que aparecían en la
pantalla. La presión de estas ONG, de diputadas nacionales y las amenazas de
sanciones y de boicot por parte de los consumidores llevaron a esta firma a suprimir
la publicidad.
ONG ambientalistas también lo han planteado. Uno de estos casos fue el
boicot a la compra de atún, para proteger a los delfines de los barcos
atuneros. La casi totalidad de las latas de atún contienen la frase “Dolphin
Safe” o “Protejemos a los delfines”. La presión de los consumidores de los
EE.UU. condujo a la creación de esta etiqueta, que fue adoptada por las
principales compañías atuneras de ese país en los ‘90. Esta etiqueta declara
que el atún fue pescado sin lanzar redes sobre los delfines de forma
deliberada. De allí, esta etiqueta se lanzó a todo el mundo.
En nuestro país, desde las asociaciones de consumidores hemos planteado o
apoyado boicots. Contra la petrolera mencionada, contra la compra de productos
alimentarios que aumentaron desmedidamente o contra el aumento de los precios
del servicio de la telefonía celular. Pero siempre fueron acciones puntuales y
pendulares. Pasamos de legitimar diariamente las injusticias del mercado
mediante nuestras compras, a realizar un boicot que pretendemos solucione todos
los conflictos.
Es hora de realizar acciones que se prolonguen en el tiempo. Propiciar la
compra de productos de industria nacional a fin de sostener la tríada de
incrementar el consumo interno, incrementar el trabajo e incrementar la
producción nacional es una de las acciones posibles. Apoyar con nuestras
compras los productos provenientes de cooperativas, pymes y pequeñas
industrias, apuntando a mercados desconcentrados. Si existiera una forma de
identificarlos, comprar sólo trabajo registrado. Y por supuesto –volviendo al
principio–, como dijo CFK, hacerles el vacío a los que aumentan abusivamente
los precios.
* Unión de Usuarios y Consumidores.
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