Les comparto lo que publicó mi amigo Didi (con una pequeña censura) en su blog "ciudad de la furia" el 20 de Noviembre de 2008:
Cada día que pasa, un número creciente de niños y niñas de todo el mundo son objeto de explotación y abusos sexuales. Es preciso poner fin a este fenómeno mediante una acción concertada a todos los niveles, local, nacional e internacional.
En la etapa infantil, la sexualidad se caracteriza por la autoexploración, el descubrimiento del propio cuerpo y la construcción de la identidad sexual. Si durante este periodo vital se introduce al niño en prácticas y actividades sexuales no adecuadas para su edad, se genera una violencia en la evolución de su sexualidad; provocándose secuelas afectivas y cognitivas de repercusiones incalculables para su desarrollo futuro.
Nuestro país no es ajeno a esta problemática, hay muchos ................... dando vuelta. Ellos tienen la complicidad de muchos y el silencio de muchos más. El caso del Padre Grassi no es un simple hecho aislado.
Pero no todo termina ahí. El daño que causa la pornografía infantil trasciende el abuso directo de los niños usados en el proceso de elaboración de esa pornografía, las afectaciones se extienden progresivamente, en tanto, esa pornografía original promueve con su efecto excitante nuevos abusos infantiles, pues actúa como estímulo erótico generador de mayor demanda pedofilia en el mercado del sexo.
Por eso esta campaña, por eso nuestro compromiso, por nuestros niños y niñas.
En la etapa infantil, la sexualidad se caracteriza por la autoexploración, el descubrimiento del propio cuerpo y la construcción de la identidad sexual. Si durante este periodo vital se introduce al niño en prácticas y actividades sexuales no adecuadas para su edad, se genera una violencia en la evolución de su sexualidad; provocándose secuelas afectivas y cognitivas de repercusiones incalculables para su desarrollo futuro.
Nuestro país no es ajeno a esta problemática, hay muchos ................... dando vuelta. Ellos tienen la complicidad de muchos y el silencio de muchos más. El caso del Padre Grassi no es un simple hecho aislado.
Pero no todo termina ahí. El daño que causa la pornografía infantil trasciende el abuso directo de los niños usados en el proceso de elaboración de esa pornografía, las afectaciones se extienden progresivamente, en tanto, esa pornografía original promueve con su efecto excitante nuevos abusos infantiles, pues actúa como estímulo erótico generador de mayor demanda pedofilia en el mercado del sexo.
Por eso esta campaña, por eso nuestro compromiso, por nuestros niños y niñas.
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