lunes, 3 de noviembre de 2008

Servicio Público de Higiene Urbana en la Ciudad de Bs. Aires

Discusión en la Legislatura sobre el Servicio Público de la Basura en la Ciudad de Buenos Aires.

En la legislatura de la Ciudad de Buenos Aires desde un par de meses se viene discutiendo sobre los “Nuevos Contratos de Concesión del Servicio Público de Higiene Urbana”.

La actual concesión del servicio vence en febrero del próximo año y la próxima – si fuera menor de cinco años- podría ser concedida por la Administración Macri sin intervención de la Legislatura. Macri escogió realizar la concesión por diez años y de acuerdo a lo previsto por la Constitución de la Ciudad, dicha concesión debe ser autorizada por la Legislatura con el voto de una mayoría calificada (dos tercios de los votos: 40 votos)

Ninguno de los bloques tienen la mayoría necesaria para lograr por sí solo la aprobación de la Ley (el Macrismo tiene 27 votos, el FPV –Frente para la Victoria- tiene 12 votos y luego encontramos una serie de bloques de menos miembros) por lo que podemos deducir que desde que tomó la decisión de dar la concesión por diez años entendió claramente que debería acordar con la oposición.

En el proyecto de ley y pliegos que envía a la Legislatura, la Administración Macri pretende realizar una “concesión parcial” pues sólo es la concesión del servicio público de “Limpieza” y de “Recolección y Transporte de Residuos”, violando la ley 1854 (llamada Ley de Basura Cero) que exige –entre otras tantas cosas- la “Gestión Integral de Residuos” en nuestra ciudad. (Ni se menciona la disminución de producción de residuos, separación en origen, el reuso, reciclaje, la disposición final, etc.)

La mentalidad de un empresario ¿beneficia? al negocio público.
Pero no pretendo entrar en la discusión de ese tema central, sino de realizar algunas reflexiones sobre el proyecto de ley y pliego de bases y condiciones del servicio que adjuntó el Jefe de Gobierno para su tratamiento.

Reiteradamente se ha expresado en sectores cercanos al pensamiento del PRO que no existe nadie mejor que un empresario para manejar las cuestiones y negocios del Estado; pues ellos -con su mentalidad dirigida al “logro del beneficio económico”- impedirán los continuos perjuicios que sufre el Estado y defenderán adecuadamente sus intereses.

Lamento informarles -a los que con honestidad creyeron esto- que Macri demuestra todo lo contrario. Hay varias cuestiones que demuestran lo que digo:
a) Existe una superposición parcial de prestaciones entre la prestación básica de limpieza y los programas especiales de “limpieza y lavado de calzadas y veredas”, la “Limpieza y Lavado de Frentes y Mobiliario Urbano” y el “Programas Intensivos de Limpieza de Comunas”.Cada una de estas prestaciones básicas y programas especiales se presupuestan, se facturan y pagan por separado. Una serie de prestaciones están incluidas en todos los programas y se facturan en cada una de ellos. Esto necesariamente implica que un mismo trabajo encargado al concesionario se abona más de una vez.
b) Respecto de la “Recolección y Traslado de Residuos Sólidos Urbanos” se garantiza al conjunto de empresas concesionarias del servicio que el tonelaje total que las empresas facturen se encuentren en un valor que fluctúe entre el 1,10 y el 0,90 de lo recogido en el último año. Esto claramente significa que las disminuciones que se produzcan por separación en origen, aplicación de ley de basura cero, participación de los cartoneros y demás acciones realizadas por el gobierno o por la sociedad civil nunca influirán en la disminución de los pagos por toneladas. Este es un sistema de pago por tonelada con tonelaje mínimo garantizado. Las empresas no asumen el riesgo propio del empresario, sino que se lo trasladaron a la ciudad.
c) Respecto de la Prestación Básica de “Limpieza” la mala cantidad que se constate en la tarea encargada influirá limitadamente en el valor de la facturación. El GCBA pagará aunque la calidad del trabajo sea nula. La fórmula aplicable establecida en los “Pliegos de Bases y Condiciones” establece el cobro del 85 % del precio garantizado aunque la calidad que se constate sea pésima. Llamativamente cada año que pasa al 85 % se le va sumando un 1 %, lo que implica que contrariamente a todas las licitaciones de servicios públicos, se le exige menor calidad de prestación por cada año que pasa. Existen dos índices de calidad, el primero que se constata a las 8 AM de cada día y el segundo que se constata durante el resto del día. El índice de calidad a las 8 AM sólo influye sobre el 10 % del monto de la facturación y el índice de calidad del resto del día sólo influye sobre el 5 % del monto de la facturación. Es tan absurdo este sistema de garantía de pago, que si –hipotéticamente- se constatara que la empresa una mala calidad del 90 % sólo se le restaría al cobro a la empresa un porcentaje del 13,5 %.


La realidad parece ser otra: Más que la defensa de los intereses de la Ciudad parece que la Administración Macri defiende los intereses de las empresas contratistas con el Gobierno de la Ciudad.

Si estas breves líneas te dejan dudas que vos mismo querías dilucidar, te ofrezco toda la documental donde fundamento lo que manifiesto, sólo tienes que pedirla por mail. (boadaclaudio@yahoo.com.ar)

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