"Nosotros no desarrollamos este medicamento para el mercado indio, lo hemos desarrollado para los pacientes occidentales que pueden permitírselo". Son las palabras del consejero delegado de la farmacéutica alemana Bayer, Marijn Dekkers, en un foro de la industria farmacéutica celebrado el pasado 3 de diciembre en Londres y posteriormente recogidas por la revista semanal Bloomberg Business Week y que han provocado la indignación de muchos.
Los medicamentos a los que se refiere son tratamientos contra el cáncer, VIH y la diabetes, según fuentes de Business Week citadas por Bloomberg, aunque podría ampliarse hasta 20. Y es que existe una polémica por las nuevas licencias que la India está aplicando sobre la propiedad de las patentes farmacéuticas y que beneficiará a las empresas locales para que fabriquen medicamentos genéricos más baratos y, por tanto, más asequibles para la población.
"Es esencialmente un robo", afirma Dekkers para referirse a la ley india. Y es que la medida pretende presionar a las grandes farmacéuticas para que bajen los precios, ya que con las nuevas licencias cualquiera podrá fabricar el mismo medicamento pero mucho más barato al no tener que pedir permiso al titular de la patente ni pagar por su uso.
De lograrse estas nuevas licencias, además de impulsar la industria nacional de medicamentos genéricos, estos medicamentos más baratos ayudarán a la India a satisfacer las necesidades de los ciudadanos con más bajos ingresos. La diabetes afecta a 65 millones de indios, según la Federación Internacional de Diabetes, mientras que el país cuenta con unos 2,1 millones de personas que viven con el VIH, según el Programa Conjunto de las Naciones Unidas.
La primera empresa en haber conseguido una de estas licencias fue Natco Pharma con la que desarrolló el genérico Nexavar (sorafenib), un anticancerígeno desarrollado por Bayer que pasó a costar en su versión genérica un 97% menos que el original. La farmacéutica alemana decidió denunciar el caso y ahora se encuentra en manos del Tribunal Superior de Justicia de Bombay.
Las palabras de Dekkers han causado la indignación de muchos. Según Manica Balasegaram, director de la Campaña de Acceso a los Medicamentos (CAME) de Médicos Sin Fronteras, la franqueza de Dekkers resume resume las verdaderas intenciones de la industria farmacéutica multinacional. "Bayer está admitiendo a las claras que los fármacos que desarrollan van a ser deliberadamente repartidos entre sus pacientes más ricos", ha afirmado.
"Esto es un reflejo de la manera perversa en la que se desarrollan hoy en día los medicamentos. Las compañías farmacéuticas están claramente enfocadas en multiplicar las ganancias y para ello presionan de una manera enormemente agresiva con el objetivo de lograr patentes y elevar los precios", denuncia.
EL MUNDO; 24/01/2014
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