Un mayor acceso a agua y saneamiento básico redunda en más esperanza de vida y menos mortalidad materna e infantil
Así lo indicó la
Organización Panamericana de la Salud durante el Tercer Encuentro de Aloas. Por
cada dólar invertido en agua y saneamiento retornan 34 dólares en costos
ahorrados por atención de salud y en productividad económica
incrementada.
Buenos Aires, 18 de junio de 2013 (OPS/OMS).- La Organización Panamericana de la
Salud (OPS) llamó hoy a los países a potenciar sus inversiones en acceso a agua
potable y saneamiento básico por la relación existente de estos determinantes
con una mayor esperanza de vida y un menor riesgo de muerte materna e infantil.
Incluso, estaría comprobada la correlación con menores índices de mortalidad
por enfermedades asociadas al consumo de bebidas azucaradas que causarían
sobrepeso y diabetes mellitus. “Por cada dólar invertido en agua y saneamiento
retornan 34 dólares en costos ahorrados por atención de salud y en
productividad económica incrementada”, afirmó el representante de la OPS en
Argentina, Pier Paolo Balladelli, durante el Tercer Encuentro de la Asociación
Latinoamericana de Operadores de Agua y Saneamiento (Aloas) que comenzó hoy en
Buenos Aires.
Delegados de 12 países de Latinoamérica, referentes de 60 empresas y
especialistas del sector participan del congreso anual, donde compartirán sus
experiencias y debatirán sobre temas como el acceso universal al agua potable y
saneamiento. En ese marco, Balladelli señaló que el grado de desarrollo humano
entre países reproduce el grado de acceso a agua por conexión domiciliaria y
disposición de excretas (saneamiento ambiental). Las conexiones mejoradas a
agua y saneamiento básico tienen, de hecho, un impacto positivo sobre el
desarrollo económico de las familias y sociedades, por lo que “es importante
incluir en el diálogo post-2015 sobre desarrollo sostenible metas de acceso a
agua y saneamiento básico que permitan reducir las inequidades en salud entre
grupos poblacionales, como los pertenecientes a áreas rurales, indígenas,
mujeres y niños”, resaltó.
“La menor esperanza de vida se concentra sistemáticamente en la población
con menor acceso a agua potable. También el mayor riesgo de muerte materna se
concentra sistemáticamente en la población con menor acceso a agua potable.
Ocurre lo mismo respecto del riesgo de muerte infantil. Incluso, el riesgo de
mortalidad por diabetes mellitus es 20% mayor en las poblaciones de más bajo
acceso a conexiones mejoradas de agua para consumo humano”, subrayó el
representante de la OPS durante su presentación ante
los numerosos asistentes al encuentro, que se desarrolla en el Palacio de Aguas
Corrientes.
Estudios evidencian que las intervenciones destinadas a llevar agua de
calidad a los hogares y escuelas ya no sólo tienen un impacto en la reducción
de la diarrea en los niños, sino también en la reducción de la obesidad
asociada al consumo alterno de bebidas con altas concentraciones de azúcar y
sal, que también aumentan el riesgo a desarrollar diabetes e
hipertensión.
Actualmente, unas 42 millones de personas en la Región de las Américas no
tienen acceso a agua y unas 162 millones de personas no cuentan con un sistema
adecuado de disposición de excretas. Según el funcionario de las Naciones
Unidas, la inversión en agua y saneamiento “es una de las más contundentes
acciones a nuestro alcance para atacar las causas de las causas, reducir las
desigualdades sociales en salud pública y democratizar las oportunidades de
desarrollo sostenible”. De hecho, el tercio de la población más pobre está
afectada por las consecuencias del bajo acceso a condiciones sanitarias en la
vivienda y comunidad. Asimismo, instó a fortalecer los esfuerzos para cumplir con
la meta del milenio de reducir a la mitad, para 2015, la proporción de personas
sin acceso sostenible al agua potable y a servicios básicos de saneamiento.
Por su parte, el presidente de AySA, Carlos Ben, consideró necesario
impulsar el tema del agua en la agenda política de Latinoamérica y del mundo,
lo cual consideró un desafío clave para la salud de la población. A tono, el
director del Centro de Información de Naciones Unidas (CINU), David Smith,
evaluó que los retos en el sector corresponden no sólo a la demanda de agua,
sino también a la cantidad y calidad del suministro y a las inversiones en
infraestructuras para responder a los requerimientos. “¿Qué tipo de población
vamos a tener si no discutimos sobre el agua? Este es el que encuentro que necesitamos
para hallar las respuestas”, analizó Smith.
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