TIEMPO ARGENTINO –
MARTES 28 DE MAYO DE 2013
Acerca del
metrobus
Imprevisiones
en el trazado de los recorridos
Por Rodolfo Livingston. Leemos
en Clarín del 24 de mayo: "El gobierno porteño 'espera resolver' uno de
los puntos más complicados del Metrobus de la 9 de Julio: la salida a la calle
Lima en la mano que va hacia el sur.
Leemos en Clarín del 24 de mayo: "El gobierno porteño
'espera resolver' uno de los puntos más complicados del Metrobus de la 9 de
Julio: la salida a la calle Lima en la mano que va hacia el sur. Como los
ómnibus circulan en sentido contrario a los autos, deben cruzar de izquierda a
derecha, atravesando, además, los carriles de la avenida por los que circula el
resto del tránsito." En el diario del día anterior se anunciaba la
construcción de dos túneles en ambos extremos del recorrido del Metrobus, pero
en el diario del día siguiente (24/5) Guillermo Dietrich sostiene que el
Metrobus está planeado y desarrollado "sin túneles". Ambas
publicaciones están acompañadas por gráficos de recorridos enredados que
recuerdan las galletas que se les arman a los pescadores en sus líneas.
Cabe preguntarse: ¿cómo
estaban planeados los recorridos, en realidad? Muy simple: nunca estuvieron
planeados. Por eso no hubo forma de que nos mostraran el proyecto en la
audiencia pública donde planteamos estas y otras preguntas. El asunto me
recuerda a los dueños de casa que hacen reformas por su cuenta, sin
asesoramiento, con la ayuda de un albañil.
–¿Y dónde va a poner la
escalera?, preguntamos.
–Ah… eso lo vamos a ir viendo
sobre la marcha.
Aquí el albañil es
Dietrich.
Intentando comprender el
proceso mental de los autores del proyecto, creo que su atención se concentró
en el dibujo del andén central con los dos carriles a cada lado, dejando los
recorridos en una nebulosa. Las múltiples opiniones vertidas por profesionales
y vecinos en radios, diarios y programas de TV fueron desoídas, así como la
evaluación de otras alternativas mucho menos conflictivas, que serán motivo de
una nota próxima.
SOSPECHAS SUBTERRÁNEAS. Desde
Propamba propusimos en la Audiencia Pública utilizar los dos grandes
estacionamientos subterráneos ubicados a ambos lados del obelisco, para usarlos
como túneles para resolver el complicado nudo de circulación del Metrobus (por
ejemplo bajando todo el tráfico liviano de Corrientes, o todos los autos que
van por 9 de Julio). En lugar de eso el gobierno de la Ciudad propone utilizar
uno de ellos para la policía (un cuerpo especial con 25 motos y 50 agentes
dispuestos para reprimir algún piquete en la línea del Metrobus; "un
corte haría colapsar el sistema", Clarín…) y el otro hueco para estacionar
las combis que trasladan a los habitantes de los countries. Seguramente las
combis se montarán sobre los carriles exclusivos y luego tomarían por las
autopistas. Sin duda, mucho mejor que los autos que no avanzan y chocan a cada
rato, pero es probable que esta propuesta tenga para el gobierno una
importancia mayor que podría deducirse de su escasa difusión.
Por otra parte sería bueno ir
remplazando el concepto de Metrobus por carriles exclusivos. En Curitiba
–ciudad inspiradora de este plan– van eliminado los Metrobus y aumentando el
transporte subterráneo. Con apenas un quinto de la población que el área
metropolitana de Buenos Aires, los subtes tienen ya 260 kilómetros contra
nuestros modestos 60, en buena parte sin habilitar.
El largo colectivo articulado
se parece a un vagón de ferrocarril sin vías. Si el conductor quiere esquivar
algo aprovechando la doble mano, por ejemplo un peatón, la cola se desplazará
lateralmente como un látigo. Hay videos en Internet que muestran estos
accidentes. Además, el largo pasillo interior escapa al control del
conductor. Los colectivos más chicos –como los actuales– son más seguros.
Estos temas son
sencillos y deseamos confiar en la capacidad de los técnicos del gobierno de la
Ciudad para resolverlos. Siempre y cuando estén dispuestos a escuchar. Y a
pensar.
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