Publicado por Mariana Cerdeira en el libro “Sobre el Agua” (Marzo 2010)
Argentina y el acceso a servicios de agua corriente y cloacas
Según el último Censo Nacional de Población y Vivienda, en Argentina cerca de 8 millones de personas (22 % de la población) no cuentan con acceso a red de agua potable y 21 millones de personas (57% de la población) carecen de desagües cloacales a red.
Los indicadores sociales y sanitarios -tanto el caso del acceso a agua potable y servicios sanitarios como las tasas de mortalidad infantil, esperanza de vida al nacer, índice de NBI, etc.- sitúan a la Argentina dentro de parámetros aceptables respecto a otros países de Latinoamérica. Sin embargo, la problemática que se revela como central y crítica en cuanto al acceso de servicios sociales y sanitarios es la
disparidad -y en consecuencia, la brecha- que se da entre provincias y jurisdicciones, y entre poblaciones ricas y pobres.
Desde 1960 hasta la actualidad, existen zonas que, en relación con la cobertura de agua de red, se mantienen por debajo del promedio nacional: las regiones más críticas en este sentido son el Noreste argentino y las provincias de Buenos Aires y Santiago del Estero.
Los datos del último censo son contundentes en cuanto a desigualdades, en lo que se refiere a la cobertura de la población respecto al acceso a agua de red, la brecha entre provincias es de 1,7 (Misiones 57,2% - Ciudad Autónoma de Buenos Aires 99,9%), en tanto el promedio nacional de cobertura es 78%.
La situación del saneamiento y servicio de red cloacal revela mayores inequidades e índices más alarmantes de cobertura. Menos de la mitad de la población de Argentina dispone de redes de desagües cloacales a red (42%), y son sólo dos las provincias que superan en un 80% el acceso a red cloacal: Ciudad Autónoma de Buenos Aires (99%) y Tierra del .Fuego (96%). La brecha entre provincias es en este caso mayor, la cobertura en la Ciudad Autónoma de Bs. As. es de 99%, mientras que en Misiones es de 11,7%. En otros términos puede leerse que, en la Ciudad Autónoma de Bs. As. 9 de cada 10 ciudadanos acceden a servicios cloacales a red, en tanto que en Misiones sólo lo hace l de cada 10.
En un análisis de la evolución de los datos de cobertura llevado a cabo por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC)[1] según los datos censales de 1991-2001, se demuestra que en aquellas provincias donde los índices de cobertura eran más bajos en 1991, los incrementos entre períodos no fueron necesariamente más altos siendo el promedio nacional de incremento el 10 %. En el mismo sentido, el análisis revela poco nivel de asociación entre inversión y necesidad, es decir, que al considerar la provisión de agua de red en provincias con necesidad mayor de cobertura, esto no se correspondió necesariamente con mayor inversión. En el caso de la extensión de red cloacal, se profundizan las diferencias entre provincias y municipios ya que, entre 1991-2001, donde más se invirtió fue en departamentos y jurisdicciones con mayor cobertura.
Lo que muestran los datos son políticas públicas no orientadas a la distribución más equitativa de servicios y derechos. Consultado sobre este punto, Pedro Kremer, coordinador del área de salud de CIPPEC, atribuye este comportamiento a múltiples causas, entre las que se encuentran principalmente el desconocimiento del real valor y la importancia no sólo sanitaria sino social que tiene el acceso al agua y al saneamiento, y la falta de políticas a largo plazo y de planes maestros o estratégicos a 10 a 15 años, atribuible en parte a una lógica basada en el rédito político inmediato (las obras de infraestructura normalmente duran más que un período de gestión) y a los costos de desembolso de obras que, aunque son costosas, pensadas en el largo plazo resultan costo-eficientes.
Distribución Geográfica de la Población sin acceso a servicios de agua y saneamiento.
Más allá del porcentaje de cobertura por provincia, que funciona como un buen marcador de inequidad al comparar brechas entre provincias y su evolución en el tiempo, es interesante tomar la foto de la distribución absoluta de la población en lo que se refiere al déficit en el acceso al agua y saneamiento.
Así podemos ver que, de los 7,7 millones de personas que no disponen de acceso a agua corriente, el 56% se ubica en la provincia de Bs. As, siendo los 24 partidos del Gran Bs. As. la región que concentra mayor población con déficit en acceso a agua (3 millones de personas). Luego, tanto en la región centro-litoral (Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos) como en la región del NEA, vive cerca de un millón de personas sin acceso a agua corriente.
Algo similar ocurre con la cobertura de desagües cloacales a red, el 63% de la población sin desagües a red se concentra en la región centro y centro-litoral (de los cuales 5,7 millones pertenecen a los 24 partidos del Gran Bs. Aires y 4 millones de personas, a las provincias de Santa Fe y Córdoba)
Si bien esta distribución geográfica del déficit refleja la distribución dispar de la población en el territorio argentino, permite ubicar la problemática del déficit en agua y saneamiento en realidades heterogéneas de acuerdo con su distribución geográfica. El caso de los 24 partidos del Gran Bs. As., por ejemplo, puede pensarse en términos de déficit en el acceso a servicios en zonas periurbanas. La mayor concentración de la población del país se ubica en zonas urbanas y periurbanas, y se estima que el crecimiento de la población total y la expansión espacial que la acompaña, en los próximos años, se producirán en dichas áreas. El concepto periurbano hace referencia no sólo a la periferia de la ciudad, sino también a un contexto en donde los rasgos tanto rurales como urbanos tienden a coexistir, en términos físicos, ambientales, sociales, económicos e institucionales.[2]
La realidad a la cual se enfrentan dichas poblaciones es compleja. Al déficit en infraestructura en el acceso a agua de red y cloacas se agrega, como factor determinante, la contaminación. Particularmente en las últimas décadas se ha dado un crecimiento no planificado y una creciente concentración de la población en enclaves urbanos y periurbanos, en muchos casos en asentamientos irregulares y villas de emergencia donde no existe planificación en infraestructura que contemple la provisión de servicios de agua y saneamiento. La creciente población, además de la falta de infraestructura, lleva a estrategias de provisión y de deposición de excretas que, en la mayoría de los casos, no son seguras y agravan la situación de contaminación ambiental, con los riesgos sanitarios que esto conlleva. La situación podría describirse del siguiente modo: a falta de cloacas o sistemas mejorados de saneamiento, la eliminación de excretas a pozo ciego sin la apropiada profundidad contaminan las napas de las que las bombas toman agua. Sumado esto a la contaminación de las principales cuencas, acuíferos y ríos subterráneos (en el caso del Gran Bs. As., gran parte de su población habita en jurisdicciones afectadas por la contaminación de dos cuencas principales: Matanza-Riachuelo y Reconquista) y a otras condiciones de déficit en la vivienda y en el habitat, estas poblaciones quedan expuestas a grandes riesgos sanitarios y a privaciones de derechos fundamentales, tanto al agua, como a la salud, a un ambiente saludable, etc.
[1] Maceira, Daniel, Kremer, Pedro y Finucane, Hilary: "El desigual acceso a los servicios de agua corriente y cloacas en la Argentina", Documento de PolíticasPúblicas, CIPPEC, Buenos Aires, Julio 2007.
[2] Alien, Adriana: "La interfase periurbana como escenario de cambio y acción hacia la sustentabilidad del desarrollo", en Cuadernos del Cendes. Dossier Interfase Periurbana, año 20, no. 53, Caracas, 2003.
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