La Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires reiteró una denuncia y remarcó que los hospitales Zubizarreta y Argerich no tienen manejo ambiental sobre los desechos peligrosos.
Por Clarisa Ercolano
de Noticias Urbanas publicado el 12 de Noviembre de 2010.
Un informe de la Auditoría porteña asegura que los Hospitales Argerich y Zubizarreta vierten sustancias químicas a la red cloacal. Según el texto, el centro de salud de Devoto tira formol, un componente muy inflamable, y también parafina. Por otro lado, en el nosocomio de La Boca se arroja éter, etílico, fucsina, ácido clorhídrico y etanol. Así, incumplen la ley de residuos peligrosos. La denuncia agrega que el personal que manipula desechos patológicos no cuenta con elementos de protección. En el Argerich, los depósitos de residuos peligrosos no tienen ventilación ni acceso no restringido. En el Zubizarreta no conocen la existencia del manual de gestión de residuos patogénicos. De acuerdo a lo que informa la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA), estos centros de salud porteños incumplen la Ley 2.214 sobre residuos peligrosos y realizan el desecho en un lugar inapropiado.El informe, aprobado este año, da cuenta de que los mismos centros de salud “no cuentan con depósitos exclusivos para los residuos líquidos peligrosos”, y que los recipientes contenedores de estos componentes “no se encuentran debidamente rotulados”, por lo cual, nadie sabe a ciencia cierta qué está manipulando.En ambos hospitales, los depósitos intermedios “no reúnen las condiciones de seguridad establecidas para el almacenamiento de líquidos peligrosos”. Tampoco tienen ventilación y el acceso no está restringido. Un riesgo latente si se tiene en cuenta que incluso pacientes o familiares pueden tomar contacto.En los dos hospitales, según grafica el informe, los trabajadores no tienen elementos de protección y tampoco están capacitados para resguardarse de los potenciales daños y enfermedades a largo plazo que esta tarea puede acarrearles.“Se genera una gran cantidad de desechos contaminantes semanales que no se recogen. Incluso cuando los recolectan empresas privadas tampoco se sabe el destino. Hay que empezar a tratar los propios residuos, sean patogénicos, peligrosos o domiciliarios”, indicó la titular de la AGCBA, Sandra Bergenfeld.
podés obtener el informe completo en:
http://www.agcba.gov.ar/docs/Info-3.08.15.pdf
Por Clarisa Ercolano
de Noticias Urbanas publicado el 12 de Noviembre de 2010.
Un informe de la Auditoría porteña asegura que los Hospitales Argerich y Zubizarreta vierten sustancias químicas a la red cloacal. Según el texto, el centro de salud de Devoto tira formol, un componente muy inflamable, y también parafina. Por otro lado, en el nosocomio de La Boca se arroja éter, etílico, fucsina, ácido clorhídrico y etanol. Así, incumplen la ley de residuos peligrosos. La denuncia agrega que el personal que manipula desechos patológicos no cuenta con elementos de protección. En el Argerich, los depósitos de residuos peligrosos no tienen ventilación ni acceso no restringido. En el Zubizarreta no conocen la existencia del manual de gestión de residuos patogénicos. De acuerdo a lo que informa la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA), estos centros de salud porteños incumplen la Ley 2.214 sobre residuos peligrosos y realizan el desecho en un lugar inapropiado.El informe, aprobado este año, da cuenta de que los mismos centros de salud “no cuentan con depósitos exclusivos para los residuos líquidos peligrosos”, y que los recipientes contenedores de estos componentes “no se encuentran debidamente rotulados”, por lo cual, nadie sabe a ciencia cierta qué está manipulando.En ambos hospitales, los depósitos intermedios “no reúnen las condiciones de seguridad establecidas para el almacenamiento de líquidos peligrosos”. Tampoco tienen ventilación y el acceso no está restringido. Un riesgo latente si se tiene en cuenta que incluso pacientes o familiares pueden tomar contacto.En los dos hospitales, según grafica el informe, los trabajadores no tienen elementos de protección y tampoco están capacitados para resguardarse de los potenciales daños y enfermedades a largo plazo que esta tarea puede acarrearles.“Se genera una gran cantidad de desechos contaminantes semanales que no se recogen. Incluso cuando los recolectan empresas privadas tampoco se sabe el destino. Hay que empezar a tratar los propios residuos, sean patogénicos, peligrosos o domiciliarios”, indicó la titular de la AGCBA, Sandra Bergenfeld.
podés obtener el informe completo en:
http://www.agcba.gov.ar/docs/Info-3.08.15.pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario