LES COMPARTO UNA NOTA QUE ESCRIBI PARA LA REVISTA RESILIENCIA. (REVISTA BARRIAL DE COLEGIALES)
Nos copiamos el título del diario “Crítica” del 11 de septiembre porque expresa lo que buscábamos al redactar el proyecto presentado por el diputado Pablo Failde. Que sea más sencillo sacar boleto estudiantil. (http://criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=30596)
El boleto estudiantil está dirigido a estudiantes de enseñanza media y terciaria no universitaria, que asisten a instituciones y/o colegios públicos y/o instituciones privadas que perciban aporte estatal, según lo establecido por las leyes 23673 y 23805. En muchos casos su existencia es la diferencia entre poder o no poder estudiar.
La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó el 10 de septiembre del corriente año, una ley de boleto estudiantil que obliga a todas las líneas de colectivos que circulan en Capital Federal a tener una oficina de venta del boleto en alguna de las comunas por las que circulan. Hace 6 años realizamos un relevamiento en conjunto el Centro de Educación al Consumidor (CEC) y Defensa de Usuarios y Consumidores (DEUCO) y se demostró en el mismo que el 63 % de las empresas de colectivos venden el boleto estudiantil sólo en las terminales que están en provincia, generando que los alumnos de Capital deban viajar mensualmente a la cabecera lejana para adquirir el boleto en horario de trabajo de sus padres y del colegio de ellos (nota publicada en http://www.clarin.com/diario/2003/05/05/s-03801.htm) Estas actitudes de las empresas –que sólo buscan boicotear la franquicia para los estudiantes- se mantiene hasta hoy.
Nosotros –los vecinos de Colegiales que recibimos regularmente resiliencia- lo podemos comprobar fácilmente. El colectivo 184 tiene una oficina en su parada terminal en Corrientes y Federico Lacroze donde venden los pasajes. Pero allí no venden el boleto estudiantil. Sólo lo venden en la terminal de Villa Adelina, a una hora veinte de viaje. Conclusión “El boleto estudiantil casi no tiene uso a pesar de la necesidad, especialmente en la zona sur de la ciudad, zona de mayor pobreza y mayores distancias entre vivienda y colegio”.
Que esto no es una panacea lo sabemos. Es sólo un paso -no tenemos dudas- pero es un pequeño avance hacia una mayor vigencia de los DESC (Derechos Económicos, Sociales y Culturales) tan vapuleados en estos tiempos por la administración Macri. Y pensar que en estos días se recordó treinta y tres años de la noche de los lápices, donde un grupo de adolescentes de La Plata fueron secuestrados y posteriormente asesinados por la dictadura, simplemente por sostener como reivindicación la necesidad de la creación de un boleto para los estudiantes secundarios. En homenaje a aquellos a los que les quitaron la vida por nuestros derechos, no dejemos que transcurra nuestra vida con indiferencia, sin luchar por la plena vigencia de los DESC.
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