viernes, 2 de abril de 2010

El huevo y la gallina de la inflación


Comparto con Ud. una nota basada en el informe que elaboré en la Unión de Usuarios y Consumidores.


Los huevos de chocolate suelen costar hasta ciento por ciento más que las barras o bombones con el mismo insumo. Pero en estas fiestas las firmas líderes aplican una diferencia de hasta 320 puntos.


Por David Cufré

Fabricantes de chocolates y golosinas suelen aprovechar las Pascuas para aumentar considerablemente el precio de sus productos con el simple recurso de transformarlos en huevos o conejos y presentarlos con sorpresas y un packaging diferente. Son subas estacionales en las que algunos sectores obtienen beneficios extraordinarios a partir de una fecha especial. Lo usual, en el caso del chocolate, es que los huevos cuesten –en las confiterías– entre el treinta y hasta el ciento por ciento más que el mismo insumo ofrecido en sus presentaciones tradicionales de barras o bombones. Sin embargo, en esta oportunidad las diferencias crecen mucho más, en un rango de 180 a 320 por ciento, y los protagonistas son los principales formadores de precios del sector, que dominan las ventas en las grandes cadenas de supermercados, como Arcor, Cadbury y Kraft.

Los datos surgen de un relevamiento de la Unión de Usuarios y Consumidores, que lo ha sostenido en los últimos años. Claudio Boada, uno de sus autores, llama la atención en las conclusiones del informe sobre la responsabilidad central de sectores empresarios en la marcha de la inflación, “más allá de la acción o inacción del Estado para controlarlos”.

En 2007, por ejemplo, Bonafide vendía sus huevos de Pascua entre 90 y 150 por ciento más caros que su mejor chocolate en otros formatos. En estas fiestas, Arcor cobra por el huevo Bon o Bon entre 180 y 320 por ciento más que el Bon o Bon tradicional. El huevo Ro-cklets, del mismo fabricante, cuesta 287 por ciento más que el paquete de Rocklets. Y el huevo Tofi, también de la empresa cordobesa, es 99 por ciento más costoso que el chocolate Tofi.

Las diferencias de calidad, envase y las sorpresas pueden ser argumentos que justifiquen parte de los mayores precios de los huevos en comparación con el chocolate en barra o bombón. Pero el mayor porcentaje de aumento es para aprovechar el incremento de demanda que ocasiona la fecha, lo mismo que ocurre con la indumentaria para el Día de la Madre o el Día del Padre. Para el huevo de Pascua lo habitual es que el salto se ubique en confiterías en torno del ciento por ciento, pero no en el doscientos o trescientos por ciento como en esta ocasión.

El chocolate con leche de Milka, elaborado por Kraft, se vende a 59,7 pesos el kilo, mientras que el huevo Milka, también de chocolate con leche, se ofrece a 229 pesos el kilo. Es un 284 por ciento más. Con Cadbury ocurre algo similar. La barra de chocolate con yoghurt cuesta 63,4 pesos el kilo y el huevo también con yoghurt, 223,7 pesos el kilo, un incremento del 253 por ciento. Y el Cadbury con chocolate tres sueños vale 81,2 pesos el kilo en barra y 266,6 pesos el kilo elaborado en forma de huevo. Como se mencionó más arriba, Arcor vende el huevo Bon o Bon 320 por ciento más que el Bon o Bon tradicional, a razón de 199,8 pesos el kilo en el primer caso y 48,1 pesos en el segundo. En el mercado hay tres tipos de Bon o Bon y huevos Bon o Bon, y en las comparaciones entre sí se registra ese rango del 180 al 320 por ciento.

Unión de Usuarios y Consumidores hizo su relevamiento en supermercados Disco y Carrefour de la Ciudad de Buenos Aires. “El fenómeno detectado nos permite ver con claridad el comportamiento de los formadores de precios, quienes aprovechando la oportunidad especulan para maximizar su ganancia”, denuncia el informe de la entidad. Arcor, Cadbury y Kraft son los actores que dominan el mercado de golosinas y que lograron desplazar con sus productos –huevos– a otros elaborados por pymes que años atrás eran los más ofrecidos en supermercados. “Es tiempo de que pongamos la vista sobre el comportamiento de las cadenas productivas y los formadores de precios”, reclamó la asociación de consumidores